Cunita de oro Existen fuertes sospechas y semiplena prueba de que se trata de un descarado negociado en el que intervienen todas y cada una de las mañas con que sistemáticamente se defrauda al estado: licitación armada a medida, sobreprecios abrumadores, empresas ganadoras de la licitación que no son del rubro específico del bien provisto (uno de los principales proveedores es…¡una inmobiliaria!), celeridad inusual en el trámite de adjudicación, carencia completa de controles. |
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