Tal como lo describe Aldo Ferrer, el mandato llega al 2015 económicamente exhausto, sin posibilidad de financiamiento externo y ya prácticamente agotado el crédito interno. El gobierno de Cristina Kichner se ve obligado a sostener el gasto público en los últimos años, a través de la emisión monetaria y el consecuente proceso inflacionario.
A partir del 2011, el modelo basado en el consumo se revela incapaz de promover el desarrollo económico. Ineptitud no sólo en sostener la ocupación de mano de obra formal, sino de incorporar mano de obra al mercado de trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario